En la UH “El Rosario”, atención especial del programa RIPUH

Publicado el 15 Enero 2020

  • En el 2019 se invirtieron más de 12 mdp en colaboración con la alcaldía.

Con el propósito de revertir el deterioro de la unidad habitacional “El Rosario”, la más grande de Latinoamérica, el Gobierno de la Ciudad de México y la Procuraduría Social se comprometieron ante los vecinos a asignarles recursos, durante los próximos cinco años, para la recuperación y el mantenimiento de los edificios e inmuebles unifamiliares y plurifamiliares que se encuentran en esta zona geográfica de la alcaldía Azcapotzalco.

Lo anterior fue dado a conocer por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo y la procuradora social Patricia Ruiz Anchondo, durante el recorrido que hicieron este martes 14 para supervisar los primeros trabajos realizados en 29 edificios de las secciones A, B y C, con presupuesto del programa social Rescate Innovador y Participativo en Unidades Habitacionales (RIPUH), ejercido en el 2019, por un monto de 5 millones 546 mil 799 pesos en beneficio de 2 mil 221 viviendas.

En la plaza El Parián, donde se dieron cita los vecinos de la unidad, la procuradora social hizo un reconocimiento al alcalde Vidal Llerenas Morales por su aportación al programa RIPUH, ya que gracias al convenio de colaboración firmado el año pasado, se contó con un recurso adicional de 7 millones de pesos que permitió atender a 16 edificios más de las citadas secciones. Lo que en total representó una inversión superior a los 12 millones de pesos.

En su intervención, Ruiz Anchondo destacó que la unidad El Rosario fue construida en los años 70 para la clase trabajadora, en su mayoría obreros. “Son 12 mil viviendas de este lado de la ciudad, más las que se encuentran del lado del municipio de Tlanepantla, Estado de México”, comentó.

Subrayó que para combatir su deterioro existe un proyecto de regeneración urbana que contempla no sólo a los 72 edificios, también incluye las casas unifamiliares que son parte del mismo régimen condominal. “Con el apoyo de la alcaldía y la mezcla de recursos de ambas instancias de gobierno, vamos a poder atenderlos en su totalidad”.

Sin embargo, la procuradora social enfatizó que este programa no es para que las autoridades vengan a trabajar en su unidad habitacional y los vecinos dejen que todo se vuelva a deteriorar. “Queremos invitarlos a que formen parte de un esquema de corresponsabilidad donde todos se organicen como condóminos, que conozcan sus derechos y obligaciones de vivir en comunidad”.

Señaló que es preocupante que de los 72 inmuebles o más que integran este conjunto de viviendas, únicamente cuatro cuentan con una representación condominal y una administración ya formalizada ante ProSoc. “Entonces no es correcto que no hayamos avanzado en el tema de la organización. Este 2020 vamos a continuar con las obras, pero vamos a pedirles a los beneficiados del 2019 que se organicen como lo marca su escritura constitutiva porque tenemos que trabajar en equipo”.

Reiteró que el programa cumplirá con los objetivos si se logra que la gente se organice, coopere y participe. Es muy importante que los edificios tengan un reglamento, que se respete y se realicen reuniones periódicas para resolver los problemas de la comunidad.

Algunos de los edificios beneficiados con el programa son: Jaime Torres Bodet, José Juan Tablada y José Gorostiza. Las obras realizadas incluyeron pintura, impermeabilización, infraestructura hidráulica, alumbrado, pisos, herrería y reparación de escaleras. JOM